Cabalgata 2010 Escuela Agropecuaria N° 801 de Coronel Suárez:
Se realiza un recorrido de poco más de 200 km., todo a caballo, es el viaje de egresados de los alumnos y se invita a otras escuelas a participar, este año se sumaron 5 alumnos y 5 profesores de General Lamadrid, entre ellos uno que usted conoce y es Nicolás Mateucchi. A caballo éramos 33 personas en total entre alumnos, profesores y demás acompañantes (2 payadores y un señor que nos cuidaba los caballos). También van otros tres profesores, uno en la camioneta y otro en el camión, y otro en su auto algunos días para hacernos de cocinero.
Originariamente dura 5 días, desde el martes a la mañana hasta el sábado, pero las condiciones climatológicas suelen hacer que se acorte o prolongue la estadía, este año – para nuestro placer porque nadie quería volver - se alargó hasta el martes, es decir una semana completa.
Se parte desde la quinta Couchinave, que es un predio de unas 35 ha. que tiene la escuela pegado a la ciudad; allí desde mínimo un mes y medio antes de la fecha de la cabalgata, los chicos practican saliendo a caballo dos o tres veces por semana junto a los profesores que irán, porque hay algunos que nunca subieron a un caballo. Bien, desde allí se parte a las 7 de la mañana, es decir, que mucho más temprano se llega para ensillar, cargar bolsos en el camión, etc. Para que se dé una idea, me pasó a buscar un profesor a las 5 y veinte de la mañana!!!! Bien, a la 7 hs. se sale hacia la escuela Agropecuaria para llegar a las 8 hs. y hacer el acto formal de izado de la bandera, palabras, medios (radio, tv, diario), etc. y a las 8 hs. se sale ya definitivamente con el recorrido. Se hacen unos 42 km. hasta el lugar dónde se hace noche que es Estancia Santa Clara, dónde normalmente se arriba tipo 14 o 15 hs. Es un recorrido complicado porque excepto los primeros 15 km. que son por el costado de una ruta, el resto es un camino rural entoscado y no se puede galopear porque los caballos se lastimarían, de hecho no creo que llegasen si no estuviesen herrados. Va la camioneta de la escuela de apoyo, con agua fresca todo ese trayecto y además un camión – que no nos espera como la camioneta sino que se adelanta para cocinar – que lleva una casilla para directivos y demás y todas nuestras cosas para acampar, como carpas, colchones, ropa, además de sillas, tablones y las provisiones para el viaje. La parte del costado de la ruta 85 se hace prácticamente toda al galope y no puedo explicarle lo que se siente porque permanentemente los autos, camiones y todo el que pase por la ruta saluda y toca bocina porque al ser una cabalgata tradicional, ya todos saben la fecha en que se hace y saludan felices... una cosa es contarlo y otra vivirlo.
En fin, llegamos a Santa Clara, un casco antiguo propiedad del Sr. Fernández, dónde luego de bañar y atender los caballos, almorzamos un rico guiso criollo. Luego, un rato libre para curiosear y a prepararse para el fogón de la noche con un par de corderos y hasta jabalí al asador y guitarreadas porque van con nosotros un par de cantores de la ciudad, los hermanos Gómez. Se duerme en un galpón grande y como allí no hay lugar para malpensados ni aprovechadores, mujeres y varones compartimos el piso del galpón.
Al otro día tempranito – tipo 5 y media – arriba porque a la 7 hs. ya hay que estar otra vez en marcha. Se hacen otros 15 km. hasta llegar a un puesto de otra estancia, Los Moritos y aquí sólo se para a saludar y nada más. Aquí empieza lo bello del viaje porque dejamos los caminos rurales y empezamos el recorrido por los campos y faldeos de las sierras y hasta las sierras mismas. Desde ese puesto se pasa a otro establecimiento llamado Lolén – unas 11.000 hectáreas – que es el destino definitivo y punto final del viaje unos 30 km. más adelante. Pero para llegar al último puesto de Lolén, se hace un alto previo en un lugar llamado El Monte de los Frutales (hay manzanos, cerezos y demás) dónde comemos lo que quedó de la cena y unos ricos chorizos a la parrilla. Desde Santa Clara hasta aquí llegamos sin camioneta de apoyo porque no nos puede seguir (por arroyos, zanjones y zonas directamente sin camino), asique vemos aquí la camioneta y no la vemos más luego hasta la tarde que llegamos al último puesto. Entre el puesto Los Moritos y el último puesto de Lolén, hay unos 30 km. de sierras, arroyos, zanjones, pajonales, cangrejales, de todo lo que se lo ocurra y vemos desde vacas hasta caballos salvajes, jabalíes, ciervos, gacelas y cuanto bicho del campo se le ocurra porque en ese establecimiento son muy estrictos en cuanto a matar animales – de hecho Menem ha venido a cazar allí – y entonces abundan por todos lados. Entre los paisajes y los animales no hay palabras para describir el entorno, es una belleza se mire para dónde se mire y uno se olvida del cansancio, de los dolores, raspones, mosquitos o lo que sea porque no tiene precio lo que se vive.
Después de la parada del Monte de los Frutales se sigue hacia el último puesto de Lolén – destino definitivo y final - dónde arribamos tipo 5 y media de la tarde y nos están esperando el camión y la camioneta, entonces se arman las carpas y el fogón para la noche. Normalmente se estaría allí esa noche y una más, pero como nos tocó temporal de viento y lluvia y cayeron más de 120 mlm. entre el jueves, viernes y sábado, estuvimos allí hasta el lunes a la mañana pues con la crecida de los arroyos – tenemos como diez cruces al regresar - ni el camión ni la camioneta podían salir.
Esa noche, miércoles, se arma un lindo fogón con asado y guitarreada y baile hasta que los cuerpos no aguantan y a dormir porque al otro día otra vez a madrugar. A la mañana siguiente – esto es el jueves – salimos hacia el Parque Provincial Ernesto Tornquist – deben ser unos 10 o 12 km. más o menos a caballo - dónde se escala a pie y se visitan dos cuevas, una con pinturas rupestres de unos 1500 años de antigüedad, y del otro lado del cordón, otra cueva llamada Cueva del Toro dónde hay gran cantidad de murciélagos. El descenso se hace por una ladera hasta llegar a unos piletones naturales que realmente invitan a uno a pegarse un lindo baño. Para el mediodía – tipo 13:30 o 14 hs. – se regresa al puesto para almorzar y tarde libre para todos, excepto los cocineros y encargados de la comida porque cada día tiene asignado quienes cocinan y limpian, es todo trabajo en equipo y coordinado para que todos hagamos lo mismo. Este año, aparte de ver los clásicos caballos salvajes y demás, al regreso se armó todo un revuelo porque en un pajonal nos topamos con 2 padrillos y una jabalí con cría y empezaron todos a correr los jabatos por todos lados, yo traté de filmar pero Pinocho estaba como loco a los saltos entre los pajonales y los jabatos pasándole por entre las patas más los chicos gritando y corriendo para todos lados como indios. Al final, agarraron uno para la foto y luego lo soltaron, pero no sabe el desbande que era, la pobre chancha y los dos padrillos dispararon espantados ante semejante malón!!!!
Al día siguiente, esto es viernes a la mañana, se estaría volviendo a Santa Clara pero por otro camino más directo y con una parada en un boliche – de los de antes – llamado Boliche Graff, ubicado en un lugar del camino conocido como El Campamento. Allí al lado vive Ricardo Iorio, el líder del conjunto de rock Almafuerte, que todos los años espera el paso de la cabalgata con una impresionante picada que incluye jamón crudo, salame, jamón cocido, queso, Coca Cola y hasta cerveza!!!. Este año, cómo estuvimos hasta el lunes a la mañana en el último puesto de Lolén por la lluvia, mandó la picada con la camioneta que fue a llevarnos provisiones porque no calculábamos estar tantos días allí.
De todos modos, aprovechamos el tiempo haciendo tortas fritas, fogón, payadas, mate, baile y todo lo que se le ocurra pues hay que estar casi 40 personas encerradas en una cocinita, pues al pobre puestero le invadimos todo y como bien gaucho que es, se portó de diez!!!! Y nos abrió las puertas de su casa a pesar de que éramos un malón. Si lo quiere nombrar, todos, pero todos más que agradecidos al Sr. Javier Mengui, puestero de Lolén que nos recibió y aguantó tanto tiempo.
El domingo a la tarde, cuando por fin aclaró, un grupo se fue a escalar y otros salimos a caballo – entre los que me incluyo – y tuvimos la suerte de hacer una cabalgata por sobre las sierras impresionante!!!!!! Era sólo confiar en los caballos y deleitarse con el paisaje, realmente no tengo palabras para describirle lo que fue, andar tan arriba por lugares dónde sólo vacas y caballos salvajes pueden andar y había que hacerlo eh!!! Le aseguro que como sufro de vértigo llegó un momento en que solté las riendas a Pinocho y dejé de mirar hacia los lados!!!!
Bueno, para concluir, el lunes volvimos a Santa Clara, esa noche obvio el fogón de la despedida sin horario para irse a la cama y al otro día a la mañana regreso a Coronel Suárez para arribar a la quinta Couchinave aproximadamente a las 14:30 hs y disfrutar un almuerzo con la familia a la canasta.
Mi agradecimiento a todos los que la hicieron posible, muchos cariños y el muy grato recuerdo de esta hermosa cabalgata
Viviana Elisabet Naumik
En la Sección Galería de Fotos de la Página encontrarán algunas hermosas fotos de esta inolvidable experiencia.
Caballos Criollos